martes, 4 de noviembre de 2008

Entrevista suvivienda.es 2 septiembre 2008

- ¿Cómo calificaría la actual situación que atraviesa el sector inmobiliario?

No pretendo ser catastrofista, pero la situación que atravesamos ahora mismo es bastante delicada, por decirlo suavemente, y, además, no se le vislumbra la salida, al menos de momento.

- ¿Cuáles cree que son los principales problemas que defienen el actual momento?

El principal problema es la falta de liquidez de las entidades bancarias, que son las que, al fin y al cabo, facilitan el dinero para que el mercado se mueva. Esto ha tenido como primera consecuencia el parón de la actividad inmobiliaria residencial y la pérdida de muchos puestos de trabajo, lo que se está traduciendo en un menor consumo por parte de empresas y familias, lo que ha llevado a que se produzca descenso también de la actividad inmobiliaria no residencial (terciaria, comercial, hotelera, etc...)

- ¿Cree que la situación es peor de lo que se preveía en un principio?

Bastante peor, todos esperábamos una corrección más ó menos severa de un mercado excesivamente vivo, pero nadie esperaba la repercusión sobre el resto de los sectores que está teniendo la casi nula actividad inmobiliaria.

- ¿Considera que la situación actual es el resultado de haber ignorado algunos síntomas que hace ya años apuntaban a que había un problema?

Por supuesto.
Por decirlo en términos coloquiales, "cuanto más alto subes, desde más alto te caes". Los precios de las viviendas habían llegado a límites imposibles gracias al aumento del plazo de las hipotecas, básicamente, y el precio del suelo había aumentado de manera exponencial, de nuevo gracias a la banca que financiaba cualquier trozo de tierra que le presentaban. Por lo visto, a nadie se le ocurrió que los tipos de interés podían subir (ahogando a las familias), que no todas las eras de tierra se iban a convertir en urbanizables y que un país no puede vender más de 700.000 viviendas todos los años indefinidamente.

- Además de la incidencia de la crisis de las subprime estadounidenses, ¿cuáles cree que son las circunstancias nacionales que nos han conducido hasta aquí?

La excesiva dependencia de la economía de un país de un sólo sector : el de la construcción. La escasa cultura de alquiler existente, ó por decirlo de otra manera, el excesivo apego a la propiedad de los españoles. La falta de solidaridad (puedes sustituir esta palabra por escrúpulos ó vergüenza) de las entidades bancarias, que, como dicen los ingleses "te dan un paraguas cuando hace sol, y te lo quitan en cuanto empieza a llover" (el colmo ya es negarse a financiar VPO, aplicando los mismos criterios que a cualquier otro producto).

- ¿Cuál considera que ha de ser la estrategia de las comercializadoras de viviendas en este momento?

Aconsejar a los clientes dos cosas :
una, que si no les hace falta vender que no vendan ahora, y la otra, que si necesitan vender, que estén dispuestos a escuchar todas las ofertas.

- ¿Y de la banca?

Un imposible, que dejen de pensar únicamente en su propio beneficio.

- ¿Cuál cree que debe ser la actitud del comprador potencial en este momento, qué mensaje habría que transmitirle ahora?

El mensaje que hay que transmitir es que calibre con exactitud su capacidad adquisitiva (propia y financiada, si puede), que sondee detenidamente el mercado, y que si encuentra el producto que le acomode, que haga una oferta sobre el mismo.

- ¿Qué habría que hacer ahora para ir reconduciendo la situación?

Una posible salida seria el potenciar los fondos inmobiliarios.
Crear patrimonios que inviertan en el sector y que, por ejemplo, se dediquen a la construcción de vivienda en alquiler tanto libre como protegida.
Se dinamizaría el mercado de alquiler, y se evitaría la destrucción de más empleo en el sector. Otra solución sería penalizar a las entidades financieras que no agotaran el cupo de préstamos que tienen reservado para VPO.

- ¿Cuándo cree que se producirá la revitalización del sector? El panorama inmobiliario, ¿será distinto en algún sentido?

Ahora mismo no hay ninguna señal que nos permita predecir cuando volverá el sector a tener una actividad normal (tampoco hace falta que vuelva a haber este crecimiento tan desmesurado).
Sería deseable que el panorama inmobiliario fuera distinto a lo que acabamos de vivir, pero la experiencia nos dice que, muy posiblemente, todos volveremos a caer en los mismos errores (no hay más que recordar el periodo 85-89, similar a lo vivido hasta el año pasado, aunque más corto en el tiempo).

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